Literatura

domingo, 29 de abril de 2012

The Giaour, Lord Byron (1788-1824)


Combat of the Giaour and the Hassan, 1826 de Eugène Delacroix 


El Giaour (The Giaour) es un poema de vampiros del escritor inglés Lord Byron, publicado en 1813, y el primero de la serie de romances orientales. Pero no es este el detalle que nos interesa, sino aquel que lo ubica como uno de los primeros poemas de vampiros de la literatura inglesa.

La historia detrás del poema es demasiado interesante como para no mencionarla.

Durante uno de sus viajes (que los jóvenes europeos de la época llamaban Grand tour) Byron conoce una ley turca, por la cual se ejecuta a las mujeres infieles arrojándolas al mar envueltas en un saco. La palabra Giaour proviene del turco Gâvur, que significa infiel, y que a su vez desciende de la voz árabe Kafir, ingrato. Esto demuestra que el refinamiento lingüístico no aumenta, sino que decrece a medida que las lenguas evolucionan. Pero volvamos al poema.

Después de que el Giaour lucha contra Hassan, el narrador otomano predice que por este crimen será condenado a convertirse en vampiro. Extrañamente, Lord Byron utiliza la palabra Vampire en el poema, despreciando otros términos orientales. La sentencia es simple pero atroz: transformarse en vampiro y alimentarse de la sangre de todos sus seres queridos.

La relación de Lord Byron con los vampiros no concluye allí. Polidori basó su obra El vampiro en un texto incompleto de Byron, y su protagonista, Lord Ruthven, está inspirado en el Lord Byron real.


El Giaour.

Pero antes, sobre la tierra, como vampiro enviado,
tu cadáver del sepulcro será exiliado;
entonces, lívido, vagarás por el que fuera tu hogar,
y la sangre de los tuyos has de arrancar;
allí, de tu hija, hermana y esposa,
a media noche, la fuente de la vida secarás;
Aunque abomines aquel banquete, debes, forzosamente,
nutrir tu lívido cadáver andante,
tus víctimas, antes de expirar,
en el demonio a su señor verán;
maldiciéndote, maldiciéndose,
tus flores marchitándose están en el tallo.
Pero una que por tu crimen debe caer,
la más joven, entre todas, la más amada,
llamándote padre, te bendecirá:
¡esta palabra envolverá en llamas tu corazón!
Pero debes concluir tu obra y observar
en sus mejillas el último color;
de sus ojos el destello final,
y su vidriosa mirada debes ver
helarse sobre el azul sin vida;
con impías manos desharás luego
las trenzas de su dorado cabello,
que fueron bucles por ti acariciados
y con promesas de tierno amor despeinados;
¡pero ahora tú lo arrebatas,
monumento a tu agonía!
Con tu propia y mejor sangre chorrearán
tus rechinantes dientes y macilentos labios;
luego, a tu lóbrega tumba caminarás;
ve, y con demonios y espíritus delira,
hasta que de horror estremecidos, huyan
de un espectro más abominable que ellos.
Lord Byron (1788-1824)



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