Literatura

domingo, 28 de octubre de 2012

Fritz Haarmann, El carnicero de Hannover




Friedrich "Fritz" Heindrich Karl Haarmann , conocido como el carnicero o como el Vampiro de Hannover, nació en dicha ciudad alemana. Provenía de una familia desestructurada: sus padres eran alcohólicos y protagonizaban escandalosos enfrentamientos que llegaban a la agresión física. La madre de Haarmann trataba a su hijo como si fuera una niña y le llegó a vestir con ropa femenina. Esto encolerizaba a su padre, que le golpeaba con saña cuando lo veía de esta forma. Este ambiente provocó que sus hermanas abandonaran pronto el hogar familiar luego acabaron siendo prostitutas. Sus víctimas siempre fueron adolescentes varones por sus tendencias homosexuales.

Hannover


Con 17 años, Haarmann fue fichado por la Policía por abusar sexualmente a adolescentes. En 1918 salió de un correccional tras cumplir una condena de cinco años. A partir de entonces, frente al imperio desmoronado, el embrutecimiento general causado por la guerra y el caos derivado de esta situación, un maleante de poca monta como Haarmann se convirtió en el temido hombre lobo Haarmann. Puso una taberna de baja categoría, donde vendía carne e información secreta que le aportaba dinero extra. Sin embargo, no fue hasta 1919, cuando contaba con 40 años, cuando comete su primer crimen. Su víctima fue Friedel Rothe.


Carnicería que regentaba Fritz Haarmann


El modus operandi de este psicópata, considerado en vida como uno de los mayores asesinos en serie de la historia, era siempre el mismo. Acudía a la estación de autobuses de Hannover, donde había decenas de chicos esperando trabajo. Allí les engañaba prometiéndoles trabajo y comida. Los llevaba, de uno en uno, a una buhardilla que tenía en el barrio de Neustrasse, a espaldas del río Leine. Allí, según su propia confesión, los violaba y, de un mordisco, les seccionaba la carótida y la tráquea. Todo este macabro ritual lo llevaba a cabo con su amante, Hans Grans a quién conoció en 1919, le ayudaba a vender a bajo precio la ropa y los objetos de valor de sus víctimas

Según palabras del propio Haarmann, un día Grans le llamó la atención sobre una posible víctima potencial por “motivos de negocios”, pero él declinó su proposición alegando que no lo excitaba sexualmente. Al parecer, Grans replicó: “eso se puede hacer más fácilmente con alguien que no se ama”; Haarmann respondió: “Eso no es así. Se hace más fácilmente con alguien que se ama”. Que el amor y la muerte están estrechamente ligados y que el punto más alto del éxtasis a menudo sólo puede culminarse con la muerte es una idea antigua de la humanidad inmortalidad en los mitos.

El 17 de mayo de 1924 unos niños localizaron una calavera en el río. Las autoridades ordenaron el dragado de éste y encontraron numerosos restos óseos.



De los veintisiete asesinatos que se le imputaron a Haarmann, todos muchachos entre 12 y 18 años, pudo probarse su culpabilidad en veinticuatro, cometidos entre 1918 y 1924. En estado de vesania sexual mordía a las víctimas en la garganta y bebía su sangre. Descuartizaba los cadáveres, separando escrupulosamente la carne de los huesos. Lo más curioso del caso es que podía gozar de sus perversiones prácticamente en público. Ni la estación central, ni su vivienda en el concurrido casco antiguo de Hannover donde consumaba sus carnicerías, eran lugares solitarios. Además practicaba un deplorable comercio con la ropa de los asesinados, y como se puede suponer, también con su carne. En ocasiones los clientes del local comían, sin saberlo, parte de la carne de las víctimas que Haarmann les servía con una cerveza. Esto último fue desmentido en el interrogatorio ante el tribunal, pero nunca pudo esclarecerse de dónde sacaba la carne que vendía a precio de saldo y que con toda probabilidad salía de su propia despensa.

Casa de Haarmann







Entre las veinticuatro víctimas que Fritz Haarmann mató a dentelladas, sin duda se encontraban algunos muchachos con una complexión similar o incluso algo superior a la de su asesino. Pero, a pesar de ello, no se encontró el menor indicio de que hubieran opuesto una clara resistencia. Esta circunstancia no sólo se explica aludiendo a un supuesto ataque por sorpresa del atacante, sino también en parte el hecho de que éste consiguiera paralizar a la víctima mediante alguna forma de hipnosis. Después de todo, es el método con el que trabaja cualquier seductor. Se dice que unos quinientos homosexuales de Hannover –fascinados por la personalidad del Vampiro –aguardaban ansiosos el momento de ejecutar sus órdenes.

Capturado



En el juicio




El cerco se fue estrechando en torno al asesino y el 22 de junio de 1924 fue detenido. Haarmann confesó sus crímenes. Admitió haber matado y practicado canibalismo con unos cuarenta niños. El 15 de abril de 1925 fue decapitado por orden del juez. El carnicero de Hannover no pidió clemencia aunque insistió en que un ser desconocido tomaba posesión de su cuerpo y le incitaba a matar, Él esperaba con impaciencia “la cuerda”, lo cual corrobora que, para él, la sed de vida extática y el instinto de muerte estaban estrechamente ligados.  su última voluntad fue que se escribiera en su lapida: "aquí yace el exterminador". Su compañero de tropelías, Hans Grans, fue condenado a cadena perpetua, pero se le conmutó por 12 años de cárcel.





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