Literatura

jueves, 6 de diciembre de 2012

Viktor Sayenko e Igor Suprunyuck "Los Maníacos de Dnepropetrovsk"




Tres Jovenes Rusos de Dnepropetrovskwent, Ucrania, todos de 19 años, iniciaron una oleada de asesinatos el verano del 2007.  Empezaron al principio matando gatos por practica, como la mayoria de los psicopatas hacen, luego decidieron subir al proximo nivel. 


Igor Suprunyuck


El caso de "Los Maníacos de Dnepropetrovsk", es impactante por donde se le mire. Para empezar, los dos crueles asesinos, eran jóvenes de sólo 19 años. Cometieron 21 asesinatos, Jovenes y Ancianos, Mujeres y Hombres, Adultos y niños. Todos fueron asesinados con el mismo método, siendo golpeados con objetos contundentes inicialmente en la cabeza y posteriormente serían torturados y golpeados hasta la muerte, y en ocasiones grabados con la ayuda de Alexander Hanzha. Incluso, una de las víctimas era una mujer embarazada a quien extirparon el feto todo ocurrio en tan solo un mes. Tambien han ido a los funerales de las victimas y han tomado fotos en burla.




 Por último, grabaron cada uno de los espantosamente crueles asesinatos que cometieron, y uno de estos videos se filtró en Internet. En la Web, el video fue conocido como "3 guys, 1 hammer" En él, se ve cómo dos chicos asesinan a un hombre con un martillo y un destornillador. Las imagenes son tan crueles, que no dejaron indiferentes a los cibernautas y se generaron diversos foros de discusión acerca de la veracidad de tal atrocidad. Lo cierto es que, al conocerse la verdad, mucha gente se sintió deprimida por la brutalidad de lo que había visto, y se llegó a comentar que era lo más chocante que se había difundido por las redes.


Igor Suprunyuck posando al lado de la victima


Ucrania, es el país que nos trae a la mente a otro tristemente célebre asesino, el Sr. Andrei Chikatilo. Y es justamente aquí en donde se desarrolla una de las más crueles y descabelladas matanzas registradas en los anales del crimen contemporáneo, en donde un par de jóvenes se convertirían en una verdadera pesadilla para todo un país.

Todo parecía normal en la ciudad de Dnepropetrovsk... o al menos eso parecía, porque antes de que los asesinatos comenzaran a ser un puzzle para la policía, algunas personas ya habían observado perros y gatos colgados en algunos árboles, los que habían sido torturados cruelmente; sin embargo, nunca nadie pensó que estos actos enfermizos pasarían a ejecutarse sobre la población. La calma se vió interrumpida el 25 de Junio, del año 2007, cuando la policía local recibió la noticia del asesinato de un hombre llamado Roman Tatarevich, quien dormía en un banco. Su cabeza fué destrozada con una barra metálica o lo que parecía ser un martillo. Pocas horas después, el cuerpo de una muchacha fue encontrado cerca del lugar. La chica había sido asesinada sólo una hora antes que Roman, y mostraba una marca de martillo justo en la sien. La policía quedó pasmada... sin embargo no había testigos.

El 1 de Junio, los asesinos volvieron a actuar por partida doble, asesinando a dos personas que fueron encontradas en una localidad vecina. Los investigadores comenzaban a preocuparse cuando, el 6 de Junio, se informa de 3 asesinatos más, los cuales habían sido cometidos en plena calle. Todo indicaba que un asesino en serie estaba merodeando el lugar. Los vecinos comenzaron a preocuparse; pero la policía trató de no masificar la información, con el fin de llevar una investigación más silenciosa y de atrapar prontamente al o los asesinos. Al día siguiente, el 7 de Junio, un chico de 14 años declaró haber sido atacado por dos jóvenes. Mataron a su amigo; pero él consiguió huír. El cadáver del otro chico, Andrei Sidyuck, fue hallado a los pocos minutos, con la cabeza destrozada a martillazos.
Los asesinatos se volvieron cada vez más violentos y sádicos. El siguiente en la lista, fue Sergei Yatzenko, de 48 años. Si bien los asesinos grabaron muchos, o casi todos sus crímenes, es éste (precisamente) el que fué difundido por Internet, y el que causó revuelo en las redes sociales. Los fragmentos de este video, muestran a los jóvenes detenidos al costado de la carretera, cerca de su auto. Uno de ellos, Viktor Sayenko , graba a su amigo, Igor Suprunyuck, mientras éste mira en la carretera, esperando que se acerque alguna víctima. Su elección, como queda evidenciado en este video, era al azar. Lo único que les preocupaba, según las propias palabras de Suprunyuck en el video, es que su potencial víctima no fuese más alta y fuerte que ellos. Si era más débil, no tendrían mayores problemas. Mientras hacía estas declaraciones, se le veía con una bolsa de plástico en la mano. Dentro de ella, llevaba empuñado el martillo... era un camuflaje perfecto. A lo lejos, se ve un hombre en bicicleta que se acerca al lugar. Los asesinos deciden que él sería su nueva víctima. Suprunyuck se le acercó, simulando y con naturalidad, hasta que de un solo golpe de martillo, lo derribó de la bicicleta. Luego, el hombre fue arrastrado a algunos metros, dentro del espeso bósque, y es ahí donde comienza el afamado video, titulado en las redes "3 Guys, 1 hammer" Entre las perversas risotadas de los atacantes y la cara destrozada del desvalido hombre, la grabación que dura 8 minutos es un festín de crueldad inconcebible. Mientras Sayenko alienta a su amigo, para que siga golpeando al hombre con el martillo, él comienza a introducirle un destornillador por los ojos. Los gruñidos de Sergei (debido al trauma de los golpes y el ahogo con su propia sangre), son el grotesco sonido de fondo, de una de las escenas más horripilantes que he podido ver, y sin duda, una de las más espantosas de la historia del crimen. Finalmente, y luego de posar para unas fotografías, rematan al pobre Sergei, con un martillazo en la nuca. Vuelven a la carretera, y luego de lavar el arma homicida, se retiran del lugar.

Los crueles asesinatos continuaron, y el pánico se apoderó de la ciudad. La policía sabía que se trataba de al menos dos personas que atacaban al azar y que robaban algunas pertenencias de sus víctimas, como dinero y celulares. Cuando uno de los asesinos cometió el error de encender uno de los celulares que habían robado, fue el fin de esta terrible ola de crímenes.
La policía logró rastrear el celular, además de contar con algunos retratos de los jóvenes que, torpemente, habían acudido a casa de empeño para vender las pertenencias robadas de sus víctimas. De esta forma, las autoridades lograron dar con el paradero de los sospechosos, Sayenko y Suprunyuck.
Las investigaciones dieron fruto, y junto a los asesinos, caía también un antiguo amigo de Sayenko y Suprunyuck, Alexander Hanza, un chico problemático y antisocial, acusado de robos y desmanes; pero que su aversión a la sangre lo alejó, desde un comienzo, de las brutales torturas que Sayenko y Suprunyuck ejercían sobre distintos animales, hasta provocarles la muerte.

Los noticieron no hacían más que hablar de los "Maníacos del Martillo", y cada detalle que salía a la luz, era peor que el otro. Acusados de 21 asesinatos, Sayenko y Suprunyuck no se mostraban arrepentidos de nada. Como evidencia, se requisaron varias fotografías de los jóvenes (tomadas por ellos mismos), en donde se les puede ver matando y torturando a sus víctimas, e incluso asistiendo a los velorios y entierros de éstas, en el cementerio. También se les ve pintándose un bigote hitleriano, bajo la nariz, con la sangre de sus víctimas o dibujando svásticas. Se habló de que las intenciones de Sayenko y Suprunyuck, eran las de vender los videos como películas Snuff, e incluso se trató de comprobar el nexo con algún cliente que les hubiese ofrecido dinero por dicho material; pero no se encontraron pistas suficientes como para seguir con la investigación. Lo que se dedujo, es que estos jóvenes cometían los asesinatos por simple diversión.



Hanza fue sentenciado a 9 años


Sayenko y Suprunyuck, fueron condenados a cadena perpetua




El video filtrado en la Web, es sólo una muestra de varias cintas que registran la mayoría de los 21 asesinatos; pero que se encuentran bajo estrictas medidas de seguridad, después de que uno de estos se difundiera. Hanza fue sentenciado a 9 años de prisión por colaborar con los maníacos (al menos en un comienzo); mientras Sayenko y Suprunyuck, fueron condenados a cadena perpetua. Mientras tanto, el polémico video sigue dándo vueltas por Internet.

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